Hola a todos y todas. Qué alegría estar hoy aquí, en el inicio de este V Otoño Miguel Romero Esteo, para rendirle homenaje al formidable legado de nuestro querido maestro y amigo Miguel. Gracias a la Asociación Romero Esteo, y a su presidente Rafael Torán, por mantener viva su memoria.

Me hace muchísima ilusión que en esta ocasión la actividad se centre en su faceta periodística, porque daremos a conocer su pasión y su compromiso para con la realidad. Un virtuoso de la palabra escrita no solo en la dramaturgia, también en la crítica social, que tan necesaria es.

Es cierto que cuando pensamos en Miguel Romero Esteo, a menudo lo asociamos con sus obras de teatro innovadoras y provocadoras. Pero también hay que hacerle justicia como el periodista de raza, valiente y honesto. Miguel nos hizo reír, llorar y cuestionarlo todo con textos que eran como acertijos intelectuales llenos de sarcasmo, desafíos para nuestras mentes curiosas. Leía entre líneas, buscaba la verdad detrás de las máscaras y nos hacía reflexionar sobre nuestra propia percepción de la realidad.

Por eso muchas veces me pregunto qué pensaría Miguel ahora, genio desbocado e ingobernable, cuando corren malos tiempos para los “plumillas”. En una época en la que las “fake news”, los titulares sensacionalistas, los despidos masivos en las plantillas y los informes
sesgados están afectando a la profesión con la alargada sombra de la desconfianza.

Y a mí solo se me ocurre una cosa: defender el periodismo con uñas y dientes, que creo que es lo que él habría hecho. Porque también me enseñó a luchar así cuando lo tuve como impagable maestro, una de las figuras más influyentes en mi trayectoria.

Así que intento no olvidar su modelo cuando me subo al estrado en las clases de la Facultad de Comunicación y miro las caras de esos jóvenes, llenos de ganas, ávidos de vida, armas cargadas de futuro. En un tiempo que es el suyo, quiero animarlos a proteger esa vocación que los ha llevado hasta esos pupitres, seguir apostando por un oficio que más que un trabajo es una forma de vida y de la que estoy convencida de que sigue siendo de las profesiones más útiles de nuestra sociedad.

Y creo que si estáis esta tarde aquí es porque coincidís conmigo en esto, ¿verdad? Pues para que el espíritu combativo de Miguel siga inspirándonos, os invito a participar de estas completas actividades que ha preparado la asociación para este ciclo. Gracias Rafael por hacerlo posible. Estoy segura de que disfrutaremos muchísimo, nos sorprenderemos y, sobre todo, nos desafiaremos a nosotros mismos.

Gracias.

Tecla Lumbreras – Vicerrectora de Cultura de la Universidad de Málaga