Ciervos y tortugas
Permítanme ustedes que, después de saludarles afectuosamente desde el primer número de Esta recién nacida Revista de las Artes Escénicas de nuestra Academia, comience y termine mis palabras con una metáfora. El territorio de La razón poética en que nos movemos los creadores, y donde se moverá básicamente esta revista, me estimula a hacerlo:
Si los ciervos decidieran crear una academia para dignificar, estimular, defender, investigar y mejorar el “buen correr”, seguro que las tortugas no lo apoyarían. Hasta aquí son normales las diferencias de criterio y de fines. Lo que no es normal es que poco a poco, entre la indiferencia y la resignación de los ciervos, las tortugas se vayan apropiando de todos los resortes para impedir ese “buen correr”, imprescindible para el positivo desarrollo de la humanidad, tal como la sueñan los ciervos. Y que, además, y esto es lo peor, que hasta los mismos ciervos empiecen a pensar que tal vez lo que ellos hacen no sea tan necesario, ya que la sociedad no lo estimula ni facilita, sino todo lo contrario. Y aquí estamos, metidos en esa eterna batalla entre crear o destruir, entre estimular las posibilidades más enriquecedoras y creativas del ser humano, o dejar que crezcan solo las malas hierbas del egoísmo, la necedad pueril y el adanismo primitivo, fuera de los mejores canales del arte y la cultura que el esfuerzo de los mejores del pasado nos han legado.
Cada una de las líneas de esta Revista que hoy nace será parte de esa batalla, de ese esfuerzo por mejorar el mundo desde nuestro territorio de las Artes Escénicas. Nos ponemos a ello con nuestras armas de creadores, con nuestro optimismo de que las cosas siempre pueden cambiar a mejor, y desde nuestro afecto al público que ve el amor por lo que hacemos en, para y desde el escenario, lugar metáfora de la vida que da sentido a toda nuestra existencia.
José Luis Alonso de Santos
Presidente de la Academia de las Artes Escénicas de España
Marzo de 2015