«Manual de bricolaje», de Miguel Romero Esteo. Ángel Espartero

«Manual de bricolaje», de Miguel Romero Esteo
Presentación a la lectura escenificada de la obra, actividad del Programa ARTE-ESCENA, de la Asociación Miguel Romero Esteo

MUSEO PICASSO DE MALAGA
16 de Enero de 2015

*Ángel Espartero

Disgresiones

¿Qué otra cosa sino huir puede hacer un actor en escena cuando el entorno se vuelve tóxico?, por eso, precisamente, argumentar es mejor que opinar.

Cuando alguien argumenta nos está tomando en serio. Y se agradece. Porque argumentar es ofrecer razones que tienen en cuenta no solo lo que se trata, sino con quien se habla. No para decir exclusivamente lo que el otro quiere oir, sino para tener presente su inteligencia y sensibilidad. Pero todo resulta acuciado por la prisa. No hay espacio ni tiempo, no solo que perder, sino apenas que ganar.

Miguel, indaga en las emociones y las consecuencias del dolor y el desgarro, llevadas hasta el limite en el escenario, sin llegar al extremo artaudiano, que considera que la verdadera pieza teatral es aquella en la que el actor muere de verdad, como culminación de la representacion, pero le falta poco.

Es más un guiño a los orígenes, sumergiéndonos en un paisaje familiar y en una batalla de los sentimientos.

Es tan grande y profunda la edificación estructurada por Miguel que ridiculiza cualquier intento de aproximación analítica. Su planteamiento y análisis de la mercadotecnia explica muchos de los conflictos derivados de la deshumanización a que estamos sometidos. Pero esto es Teatro, es decir, Comedia, es decir Mentira, es decir Verdad, O sea, la Realidad.

Somos seres historizados. Llegamos a un mundo que hemos heredado a partir de la gramatica, del lenguaje, no como primeros seres, sino como el compendio de lo que vamos siendo mientras somos. Incompletos en el discurso y en la acción. Personajes que hacen costumbre de una penosa esclavitud a perpetuidad, donde el poder económico, poder que bajo las luces teatrales antepone figuras que proyectan sombras e imágenes, que pasan sobre las cabezas y, agrandándose al proyectarse al fondo de la caverna, forman escenas tan naturales y verdaderas que las tomamos por reales y unas veces nos hacen reir y otras, nos provocan llantos inconsolables.

Las ausencias del Padre ha marcado irremisiblemente a estos inmaduros seres, condenándolos de por vida, reduciéndolos a una especie de histerismo permanente, donde el paso del tiempo escénico no abre nuevas vías de relación. Universos cerrados que no provocan más que desafección, para concluir con un asesinato múltiple, que se produce cada día de manera lógica, y, por su inacción liberadora, – me voy pero vuelvo- están condenados de antemano.

Esto sucede en MANUAL DE BRICOLAJE, un texto más doloroso que cruel, en el que el Padre tiene sometida a su familia a un régimen de terror, dulcificado por la manipulación de elementos cultos o creativos, [como son el Xilofón de botellas, referencias a la Pianola, despliegue de Partituras musicales] hasta que hartos del abandono, Madre e Hijos se conjuran, con la ayuda de algún criado, en una reprsentación sin fin. El suplicio de cada personaje es a la vez, pío e impío, dependiendo del rol que asumen en cada momento.

Quizà es una guía, un protocolo de lo que no debe hacerse.

De Miguel Romero Esteo, creador caudaloso, variado y proteico, con una potencia avasalladora, quedarán, siempre, sus palabras que, como aullidos, irrumpen hasta en los festejos más decorosos. Se muestra muy virulento en su viaje hacia lo mítico y místico, ofreciendonos mucha oscuridad de sentimientos. El sentido de la humillación, celos, culpa, dolor, insomnios, preocupaciones materiales y sobre todo, necesidad de amor a base de planteamientos existencialistas que lo exceden. Además, es un pasional dialogador, incomprendido en su modo de fugarse de lo más vil de la sociedad contemporánea y permanente agitador de un lenguaje muy libre que define su potentísimo estilo.

Con Miguel haciendo de capitán Nemo en su Nautilus, descubrimos, de su mano e investigación , las teorías del arriba y el abajo, del blanco y el negro como complementarios é imprescindibles. Y visualizamos la desaparición de la península y sus íslas en las tragaderas de la Mar, como ocurriera con la Atlántida. De este modo, siendo, es.

No debemos extrañarnos de nada: a mi perrilla le gusta la música.

En la Caverna de Platón o en la Cueva del Limonar, nadie quiere volver a la luz. Hipnotizados por el devenir -el trajín- que los entretiene, nadie osa arriesgarse a lo desconocido, convirtiéndose, estos figurantes, en sus propios carceleros. En esta animalada telúrica que nos plantean Miguel y Rafael, sucede mas o menos, lo mismo.

De los actores intérpretes de esta COMEDIA DE SUSTO -Pobres locos. Orates dolientes a la búsqueda de una coherencia y justificación permanente, que les ayude a sobrellevar una limitadísima existencia-, puede decirse que, en el uso y gozo de esa libertad total, en esa cerrazón o clausura espacial limitante, son. Lo que no es poco.

Son mientras actúan. Después, la banalidad del acontecer los vuelve dolientes e insensibles, desactivados, deben ser reseteados para volver a empezar, otra vez, otro día , uno más, hacia la nada. O hacia el todo. Depende de la visión. Aquí parece emerger de la Cueva, utero materno, SAMUEL BECKETT, con su Godot permanente.

Seres asociales que no conocen otro universo que el inmediato, el círculo familiar, que los conduce a la endogamia. Desamparados del Padre, cargados de razones, trastean permanentemente en los convencionalismos pretenciosos de la figuración.

En este punto me pregunto si la argumentación lógica de cada personaje, su acción-reacción, se ve mejorada e implementada por lo que ocurrió antes. Si lo aceptan e incorporan a su estrategia de hoy. Si son distintos a los de ayer. Si son mas fuertes o por el contrario son más vulnerables.

¿Evolucionan los personajes en orden a la experiencia habida? Tienen autonomía e inteligencia para incorporar lo hallado ayer, al pretexto e intencionalidad de hoy. Es posible llegar más allá?

Al cambiar el pretérito cambiará el presente de ahora, con nuevos conflictos, hendiduras por donde canalizar la intención fallida de ayer, pasillos por donde pueda penetrar la luz, del conocimiento y la razón.

Yo, por amistad, rigor científico, y conocimiento empírico de la obra de Miguel, creo que se debe uno aproximar a este creador con cuidado y recelo. Su colosal creatividad puede apabullar al inocente y neófito, pero es necesario hacerlo para admirar y reconocer los mecanismos de su poética. A pesar de la desmesura -todo es símbolo- en sus textos están las claves para entender a buena parte de la nómina excelsa del movimiento literario universal. Detalles íntimos de vidas secretas.

Miguel es un romántico que conmueve.

*Doctor cum laude en Teoría de la Literatura.UMA. Investigador del HUM 824 Sicab Andalucia. Master en vanguardias teatrales. UGR. Experto en teatro clásico. UGR. Licenciado en Arte Dramático. ESAD. Málaga. Director de escena. Gestor Cultural.